martes, mayo 19, 2009


Pudo haber sido el regalo que te di en tus cuatro años, las dos cacatúas que aún viven llenas de color y sonido en el patio de los loros y del guacamayo que grita en voz grave…PAAABLLLLLIoOOOOO…
Pudieron ser los delfines de Cartagena, o los tucanes o los monos que conocimos frente a sus costas, cuando visitamos las islas San Bernardo después de la travesía a golpes de olas hasta llegar a esa playa…
Quizás fueron los cangrejos de la sopa de Jorge Quintero…que mirabas con curiosidad…como queriendo pescarlos vivos en el plato…

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