domingo, abril 11, 2010

Periodismo en tiempo de revolución o una revolución del periodismo…


Quisiera comenzar aclarando que no hablaré de mi pasión: la comunicación en todas sus modalidades…de ese espacio y tiempo que hoy está gestando la nueva sociedad, más allá y más acá de las instituciones y partidos; esa comunicación que hoy permite el debate, que se desborda por las calles y anida en la palabra del pueblo despierto y atento…
No voy a hablar de esa comunicación…
Además comparto dos ideas que emergen de este caos que es el pensar y el hacer en un mundo que se encuentra fragmentado, y caotizado…por los medios y el capitalismo salvaje.
Primero que comunicación y periodismo no se encuentran en el mismo ámbito y quehacer, y que comprendo que la Comunicación Revolucionaria se debe sembrar en la libertad de expresión y en el libre debate, (aporte que sin duda nuestra República Bolivariana de Venezuela sigue haciendo), que debe seguir naciendo de la democratización de la palabra de la que tanto habla el radialista apasionado López Vigil…Eso, cuando hablamos de la comunicación. Con respecto al ejercicio revolucionario del periodismo, debemos comenzar por construir una nueva escuela de vida, crear un novel operador de la palabra, de los semas, y de los formatos periodísticos e informativos que revelen la actualidad y el acontecer, con profundidad, lejos de la noticia segmentadora y efímera. El nuevo ejercicio del periodismo, nacerá de un profundo cambio cultural.
La otra premisa es saber que el Periodismo que hoy ejercemos, no es un ejercicio liberador, y que nunca lo ha sido. Que la escuela que antes se llamaba de Periodismo, y que equívocamente llamamos de Comunicación Social, nos formatea, nos configura, nos enajena; es la escuela formadora de un periodista al servicio de la dominación…un periodista moldeado como pieza dentro del engranaje del Mercado; y de la Propaganda que modela al hombre explotado y explotador, en una sola cultura del consumo y la alineación. No podemos confundir la labor del “periodismo” ejercido por Martí o Bolívar desde el Correo del Orinoco, o la tarea del Cojo Ilustrado, con el actual ejercicio del periodismo…La labor propagandística e ideológica, profundamente cultural que se ejerció desde lo que llamaban el subgénero de la literatura de entonces, no forma parte de la genealogía del periodismo que conocemos que nace, no allí, sino en la era de la información masiva…de la consolidación del capitalismo y su imperio.
Hoy, por motivos metodológicos, debo hacer esta distinción que espero, y ya lo recordaré al final de esta breve reflexión, desaparezca a medida que fundemos una revolución del pensamiento y del conocimiento, que funde otra escuela, otra universidad, otra “academia”, otra manera de desaprender y aprender recordando a Freire; cualquiera de estas formaciones deberá encontrar la erradicación de la fórmula dominante y vertical que hasta ahora modela el pensamiento y el aprendizaje tanto del periodismo como de todo lo que llamamos especializaciones.
Hace un año, escribí en mi humilde blog, mis dudas sobre el periodismo…eso en diálogo con el maestro Fernando Buen Abad…Más que un periodismo en tiempo de revolución, pensé en una revolución del periodismo…Violenta, desde la violencia fundadora…En ese texto decía que desde mi tiempo de estudiante comencé a poner en tela de juicio la pertinencia del Periodismo, como disciplina académica, como oficio y como profesión.
Con amigos y menos amigos, he debatido sobre su vigencia, sobre sus pecados originales, sobre su origen plenamente emparentado con el mercantilismo, la dominación, la difusión masiva de la información, como el más sofisticado mecanismo ideológico que ha sido implementado por el Capitalismo en todas sus formas y épocas.
La disciplina signada por la premura del tiempo, pautada por las velocidades modernas, apremiada por el instante noticioso…ha establecido la más eficaz manera de fragmentar el mundo, la más experta y estudiada canalización de la tragedia humana, convertida en formato y mercancía, vendida sobre el papel, o lanzada en simulacros de telenovelas…como “golosinas visuales”…al estilo Ramonet.
Nunca olvidaré la referencia que mi padre hacía de la tragedia de la lengua alemana según el maestro de la sospecha Nietszche…
“Hoy todos hablan y escriben naturalmente la lengua alemana con la ineptitud y la vulgaridad propias de una época que aprende el alemán en los periódicos. Por eso, al adolescente que está creciendo, y está dotado más generosamente, habría que colocarlo por la fuerza bajo la campana de vidrio del buen gusto y de una rígida disciplina lingüística: si eso no es posible, prefiero entonces volver enseguida a hablar en latín, ya que me avergüenzo de una lengua tan desfigurada y deshonrada”.
(Sobre el porvenir de nuestras instituciones educativas. F. Nietzsche. Segunda Conferencia. Traducción de Carlos Manzano publicada por Tusquets, Barcelona, septiembre de 2000, pp. 59-86)
El periodismo nacido con la industrialización y masificación del mensaje, inauguró el vaciamiento del lenguaje, y la superficialidad como meta y única forma de abordar el avasallante mundo diario…No hay tiempo para la reflexión, para el análisis…La producción tiene que ir contra-reloj, y debe venderse porque caduca…
Por otro lado, la formación del periodista se limitó a fórmulas y esquemas que permitieran generar mensajes como productos, como mercancías; segmentaciones que “facilitaran” a la empresa generar su producto, venderlo, y al mismo tiempo, lograr la dominación ideológica del capital, sobre las múltiples verdades de los pueblos…Se estableció la pirámide invertida, las cinco wh; la abolición de los paraqués y los porqués…Tocar fondo y encontrar los vínculos que nos hacen humanidad y vida, quedó fuera, en el mejor estilo del método científico positivista…Y esa disciplina y sus distintos pensa, son las escuelas que definen y modelan el ejercicio periodístico de hoy…
El que estudia Comunicación Social, estudia éste periodismo. El profesional de la información, lo someten al dominio de esta manera de abordar la realidad…No se acerca a la vida, sino a los esquemas que contienen la vida en palabras y formatos. Se gradúa para encapsular pedazos de realidad de acuerdo a la línea editorial, o de acuerdo a la pauta que dicta la dominación.
Allí comienza mi duda, o permanece mi duda…A estas alturas, saber técnicamente sobre el medio, sobre formatos, adquirir experiencias en manejo de géneros, fórmulas, estéticas y noéticas lingüísticas, quedan en el rango de la pericia técnica…Pero saber de la vida, verla en su total y bella tragedia, tomar partido por la investigación, hurgar en la médula de la humanidad, ver las interconexiones del mundo…Sentir el latido de la madre tierra…es parte del ser humano formado para un mundo en revolución…Un mundo de compromiso con la vida, y amerita un ser humano formado de manera integral e integradora, no fragmentado y especializado en pedazos…
Invertir la forma, comenzar por la formación integral del hombre, que éste se dedique a saber los porqués y los paraqués…y luego, que al mismo tiempo, maneje la técnica, alimente los contenidos, domine las herramientas para darle forma a una nueva estética y ética de la difusión…
Esa reflexión sería el punto de partida para que nos responsabilicemos por abordar el periodismo, y dominar desde la reunificación de conocimiento, el sentimiento y la piel, al hombre y a la mujer sabios, que reseñen a los pueblos y al planeta...

Y en ese camino me comencé a encontrar debates, pros y contras de este sendero…y en ese camino encontré luces y sombras…herramientas y armas….Ese sendero de palabra me permito compartir un análisis que da cuenta del momento que estamos viviendo, peligroso pero indispensable para lograr la construcción del puente hacia la sociedad que queremos y necesitamos.
Así me topé con este párrafo en reflexión pos 2D.
Una vez más la realidad impone tareas impostergables. Vimos el asedio obsceno de una artillería de calumnias que ensayó sus armas más "sofisticadas"; pudimos presenciar la creatividad contra-revolucionaria que opera impunemente ante nuestras narices. Nos vimos tibios débiles, confundidos, repetitivos, oficialistas y timoratos. Nos vimos desorganizados, tartamudos e individualistas. Vimos nuestras desventajas, nuestras debilidades y nuestra negligencia con una claridad dolorosa y clarificante. Está a la vista la advertencia que la Revolución, magnífica y promisoria no es invencible y está claro que las amenazas vienen de afuera y de adentro. Está claro que no hemos dado los pasos más importantes, está claro que nuestra auto-critica aun es auto-complaciente, está claro que el período de transición todavía no asienta sus mejor poder revolucionario en una la conciencia liberada capaz de impulsar el triunfo definitivo de la Revolución Socialista.
Venezuela es un alma encendida... el alma de la Revolución en transición, exigente y tierna, nuestra y generosa. Nuestra tarea es abrazarla y recoger toda lección como un impulso. Pero no irresponsables, no indolentes, no confiados, no ineficientes, no confundidos, no desorganizados. He ahí la jerarquía del programa revolucionario, he ahí la importancia de la guerra simbólica contra la alienación, he ahí la urgencia de la revolución de la conciencia, de la cultura, del espíritu revolucionario donde todavía parecemos y estamos verdes, cándidos, románticos y utópicos... huérfanos del partido de masas verdaderamente organizado y en combate como lo soñamos, sin sectas, sin burocracias, sin voluntarismo mesiánico... es decir como se debe. Como nos lo debemos.
He ahí la urgencia de romper con idilios milagreros y con reformismos suicidas. He ahí la necesidad de ser mejores y más fuertes... Está en juego la propia supervivencia de la Revolución y no hay tiempos para depresión ni para extravíos. O avanzamos o nos asesinan. Ellos no tendrán miramientos.
La de la Comunicación y del periodismo revolucionarios sigue siendo una tarea impostergable y todavía no queda claro que no se trata de una lucha localista, que debe ser tarea de una Cumbre de Presidentes contra el bloqueo mediático, contra la alienación y por un Nuevo Orden Socialista de la Comunicación. Es tarea urgente impulsar una Corriente
En un fabuloso texto del profesor Fernando Buen Abad, en nombre de una línea de reflexión llamada: Por una Corriente Internacional de la Comunicación hacia el Socialismo…el maestro mexicano y latinoamericano insiste en alertarnos que no debemos, los venezolanos, desaprovechar una hora magnífica para las críticas y las auto-críticas, pues dejarla pasar sería, de menos, sospechoso
Sigue diciendo Buen Abad, que
...la Revolución mundial tiene en Venezuela una casa excepcional y florida, eso está por encima de las derrotas coyunturales que son crisol de las verdades con más largo alcance. Por eso estamos bajo examen permanente, todos, y lo que toca, ahora mismo, es perfeccionar el trabajo, hacernos uno y seguir pacientemente, enamoradamente, al lado de lo mejor de esta Revolución mundial y nuestra. Convertir nuestras debilidades en fortalezas cuanto antes. Nada hay más importante a estas horas. Aunque la burguesía tenga instrumentos poderosos para degenerar a la opinión pública nuestras fuerzas comunicacionales siguen desorganizadas e ingenuas. Muchos saben chillar histéricos y de Venezuela esperan financiamientos, rentas y comodidades sin trabar acciones directas, creativas y efectivas en la lucha contra el capitalismo. Ese sueño debe terminar ya... la realidad exige un salto cualitativo hacia un programa internacionalista de acción consensuada en todo el continente. No esperemos a que nos silencien.
De allí quiero que desprendamos nuestra reflexión sobre el periodismo a la luz del socialismo que queremos construir…De esa premisa real, de esa lectura amorfatiana, de esa realidad que aplasta pero que también nos deja ver los pliegues, las rupturas, la necesidad de inaugurar una nueva gramática institucional, fundadora, constituyente, una racimo caótico de nuevos valores y nuevos términos, que inciten al salto cualitativo no solo del ejercicio del periodismo sino del ejercicio de cada uno de los quehaceres humanos y vitales.
No me desalienta la lucha concreta y pragmática que los profesionales del periodismo queremos librar…Desde la imagen y el sonido, hasta la palabra impresa o dicha, el profesional de la información tiene que asumir su lucha para desde la gramática dominante, desde las instituciones donde obra, desde el ejercicio del paradigma aun no superado, luchar por la dignidad del profesional de la pluma y el micrófono…comenzando a concienciar que el periodista no es la empresa que lo contrata…que el periodista es sujeto, que es otredad, alteridad, conciencia colectiva, solidaridad, que se debe a la palabra y a la mirada atenta de lo que realmente ocurre…que puede escribir líneas y entrelíneas, que puede ir asumiendo la tarea de nuevas éticas, nuevos gremios, nuevos códigos y leyes; al menos así, comenzará a recobrar su humanidad y su ser poético; pero creo que cuando hablamos del periodismo reflexionado desde el Socialismo anhelado, la fórmula queda pequeña, no alcanza a abrazar el ideal, apenas reformula la misma ecuación, en base a los valores que desde la ilustración hasta nuestros días, han alimentado a cada una de las democracias planteadas…Podremos con estas acciones del presente desde el gremio, recobrar la honradez…pero sino no atendemos la profunda crisis de las ideas y los valores, y no apostamos por un nuevo hombre, no habrá periodismo o/y comunicación trasformada y trasformadora…
Libertad, fraternidad, igualdad; equilibrio, objetividad, veracidad; responsabilidad, libre expresión ¿Quién adversa estos valores? Todo ser que se digne de pertenecer a la Humanidad, aboga por estos valores…Las fracciones, los movimientos, los partidos de diversas tonalidades e índoles…o como diría Brown: Los portavoces de la derecha de la izquierda y de la izquierda de la derecha, así como de la derecha de la derecha, del centro de la derecha, del centro de la izquierda y del extremo centro, en resumen de todas las derechas independientemente de su origen ideológico...todos asumen esos conceptos como banderas, y cada uno los re-semantiza de acuerdo a sus intereses de dominación. ¿Qué permite, entonces, construir un periodista trasformado a la luz de una sociedad en con-unión, solidaria, socialista, violenta oportuna y fértilmente?

El periodista del Socialismo del siglo XXI surgirá de una nueva civilización que supere a la sociedad del individuo, para llegar a la sociedad de las personas…esa instancia que hace que seamos todos… es el hombre nuevo enraizado en lo primigenio de la humanidad, sin fracturas, dedicado a la palabra que lo hizo. Poesía de ser, comprometido con la vida; reflexión, y no repetición; Periodista y poeta, que va juntando los pedazos del colectivo mil veces desmembrado, y en un solo grito hacerse pueblo y vida para sí…El periodista socialista será poeta, como el obrero y el labrador…Creará formas para ser sujeto y colectivo, y para ser herramienta de esa humanidad y vida en bien común…
Còmo se hace esto, pues tenemos que hacer la revolución del periodista, cimentar las bases para ese salto…crear las condiciones para ello. Hoy que fundamos un camino, debemos comenzar, no podemos esperar…como lo dice Buen Abad…no hay tiempo, se nos acaba su espacio…Tenemos la posibilidad del poder para violentar las condiciones…y crear herramientas-escuelas, palabras y pensamiento, metáforas subversivas, patios en vez de aulas, conversaciones en vez de clases, diálogos, en vez de monólogos, universidades sin paredes…Pero también, pensa con posibilidades de construcción en acción…Tenemos la posibilidad de poder…No repitamos la fórmula gastada de la escuela que crea artífices de la información vacía y fragmentada…Hagamos el esfuerzo por acercarnos a la poesía de ser…al gran poema épico de nuestro pueblo que ya entendió…porque se salvó de la trampa de la escuela reproductora…