miércoles, enero 31, 2007

El corazón late en febrero




El corazón de mi pueblo
arremete contra la muerte
se viste de rojo y palpita azules
entre cantos y poesías...
Sin fracturas
lleva a la altura de los siglos
la salvación de los humildes

El corazón de este pueblo
bebe de sus manantiales recónditos
batalla de ánimas en sus desiertos
boga en las costas del Caribe
Se sumerge en el vientre oscuro de las tinajas
bombea la sangre hasta llegar a la sierra
seca sus lágrimas en su luz paraguanera
humedece sus sequías en el canto de sus poetas...

En el corazón de este pueblo
de letargos y huracanes ...
se fundó el amor y la guerra
Se gestó la era que hoy pare un corazón...

LLeno de febreros...
de Zamoras, Sucres, Darios...
Pleno de Ribas,Alís y claveles...
De la mano del Comandante de comandantes
invitándonos al ¡ya! de su "por ahora"...
siempre...
en sol colorado ...viento del este...
reuniendo las voces del pueblo bravo
sintiendo el cálido recibimiento
de los millones de brazos
del gigante despierto
que anunció la alborada...


Despertaron
bajaron de los cerros
se reunieron en la calle...
en el plaza del pueblo...
acercaron las distancias...
borraron los olvidos de la historia
con la memoria viva de sus gestas...

Febrero de abriles...
Febrero de claveles rojos...
Febrero de vidas multiplicadas...
Febrero de partos...
Febrero de un historia que estremece...
Febrero de latidos
acelerados de vida...

viernes, enero 26, 2007

MARIPOSA DE MIRANDA



Cuando leí la historia de Maria Sybille Merian, narrada por el historiador Ramón Castellanos, quedé enamorada. Enamorada de cómo la poesía se hace cargo de todo, incluso de los procesos científicos e históricos...
Esta científica holandesa descubrió en 1699, en sus andanzas por las selvas amazónicas de la América recién explorada (o explotada) por el conquistador, una mariposa tricolor que dibujó además magistralmente...y que expuso en Francia y publicó en 1705 en un libro con 84 grabados que son testimonio gráfico de la flora y fauna de la América Meridional.
El historiador especula con argumentos válidos y bellos sobre la relación entre Merian y el Conde de Merylan…(seudónimo de Miranda)...Entre el tricolor patrio, los sueños de Miranda, y el área geográfica que habita la mariposa...(triángulo amazónico - caribeño de América Meridional); narra los seudónimos de Miranda coincidiendo con el nombre de la científica...Describe el amarillo, azul y rojo, que adornan sus alas, en la misma disposición de la bandera que traería el Precursor
Toda esta historia me bañó de poesía en momentos que viajaba rumbo a Maracaibo...Llegué a casa…y una sorpresa me esperaba….en la pantalla de la computadora de mi hijo se encontraba, como esperándome, una bella fotografía de una mariposa que discretamente mostraba su amarillo, azul y rojo en las alas, mientras se posaba sobre el agua en movimiento de un riachuelo de la Sierra que espera su redención...Había sido captada por mi hijo Pablo en uno de sus viajes…Los colores no se ubicaban en el orden de la bandera, pero igual me emocionó la coincidencia...
En fin, se entremezclan palabras, testimonios, coincidencias, ciencia, historia... Un amigo de mi época universitaria, ahora directivo del IVIC, Ángel Viloria, me remitió la lámina dibujada por Merian a finales del siglo 17 y el mismo amigo biólogo me corroboró que la mariposa que mi hijo había fotografiado era pariente de la mariposa de Merian...

Ciencia, historia, poesía, distintos ángulos de un mismo sentimiento…

Fotografía; Pablo Velozo Delgado
Ilustración: Sybille Merian

jueves, enero 25, 2007

MARTí, 28 de enero



Oro en su palabra
Prenda arrebatada de pasiones
Patria escrita y cantada
en su feroz y dulce pluma celeste

Cobijo bello y bueno
para el niño que espera
Cuento que da cuenta de la historia
Erudición descifrada por los pueblos
Como agua clara

Apóstol mártir jinete
Cantor combatiente justiciero
Pluma y bala en su pecho
ala de fuerte músculo
vuela

Trasciende sus cielos
Se viene intacto a este momento...
El sacrificio de su sangre fructifica
Y su huella hoy es camino
bordeado de las rosas blancas que cultivara
Fruto, flor, camino, cabellera al viento
Galope

Libertad
con la inflexión que la hace
Socialismo de nuestro tiempo…


Desgarro de amor
mi duende terreno
alas de mi alma
horizonte de mis cielos

Te toca emprender la retirada
y con dulzura mirarme
mientras te levantas...

Fotografía: PAblo Velozo Delgado

Sinamaico los recuerdos


Hoy me encuentro en exilio
entre mangles y basura
Inclinadas miradas me lluvian...
Negras cabelleras me tiznan
Hoy
rindo tributo a Nicanor
a Julio a Roberto
a la comadre sin nombre
sin documento oficial
sin registro...
y a su tachón rojo...

Hoy me sinamaico en el recuerdo
y se me enreda la piragua en la melena
y un añú me saluda

Renacuajos cobrizos
se asoman en la proa
ranitas chapoteando
en el charco del olvido...

Palabras y ojos mojados
se hacen verdad amarga...
La mano oficial
lanza caramelos
desde la piragua
alivio para la sal
de sus labios

Luego
regresamos
a la urbe desteñida y anónima
isla de la desmemoria

Y mientras me sinamaico en el recuerdo
los kilómetros se hacen mil años
mil tiempos
que no registran
tu presencia de ojos verdes

Espero no perderme en el camino de regreso...

Fotografía: Yolanda Delgado

Dulzura de los ángeles


Dulzura de los ángeles
fuerza de los duendes magos
musa de las deidades
Todos los alquimistas ancestrales
se han revelado
en plieges de plata
en campanada de palabras
que anuncian despertares...

Sangre de nuestra sangre
sollozos de amor que nutren
Grito que nace en piel de astros
Canción de Luna sonora
Cascabel de hada
pícara y cantora

Fotografía: Yolanda Delgado

Cada palabra


Cada palabra
Cada silencio
Agolpados en sábados de lluvia
y diásporas de pájaros...

Extraña atmósfera de orilla.
quietud de zamuros suspendidos
sobre el cadáver de mi alma...
Desolada paz de los encantos...

No atino a la morfología del sentimiento
Me pierdo
Brújula desatada por el tenso vacío

Solo por dentro hay certeza y enclave
en los giros del recuerdo

Cantar


Quiero cantar
solo cantar
cantar un escudo
cantar un puente
cantarme un centro
un abrazo
un sendero
cantar una guarida para mis lobos

Fotografía: Pablo Velozo Delgado

Tiempo de Unicornios


Desde la bruma del destiempo se asoma mi unicornio de sepias
atraviesa mi pecho con su cuerno límpido
y en mi horizonte interior me enfrenta con fiereza
Desde la bruma de un tiempo remoto
que es distancia
con dureza y con dulzuira
se cuela
incrédulo e hiriente

Y desde la bruma me ensarta
me sangra sin piedad...
Y tomo provisiones de su piel
bebo su hiel
me alimento de su media sonrisa
Recojo cada nota inaudita que esparce
para tomar fuerzas...

Desde su universo antiguo
me envuelve en las canciones que silencio
Y del otro lado de la luna
me condena a la soledad eterna...

Maracaibo



En la ciudad de los resoles hay una duda que descifrar
un asterisco de sombras que despejar
un espejismo que definir

La gente que habita esta ciudad puerto
pesebrea en la palabra insolente
la juntez de sus olvidos....

jueves, enero 18, 2007

Mi encuentro con Alfredo



La voz oscura, me hablaba desde la oquedad que, después, reconocería.
Una voz oscura y determinante. Una voz de pocas palabras que me invitaba a ir a su encuentro.
- Alfredo Zitarrosa te habla…

La voz oscura, me hablaba desde la oquedad que, después, reconocería.
Una voz oscura y determinante. Una voz de pocas palabras que me invitaba a ir a su encuentro.
- Alfredo Zitarrosa te habla…
El violín de Becho, Doña Soledad, Candombe del olvido, Milonga de ojos dorados….Stephanie…Todas las canciones se agolparon en el mismo sonido y en el mismo palpitar...”¡Alfredo Zitarrosa llamándome!”…

Yo me encontraba en la Sección Consular de la Embajada de Venezuela en la República Oriental de Uruguay, trabajaba allí. La noche anterior, en el barrio montevideano de Pocitos, el Frente Amplio se reunió con Liber Seregni, y yo vecina del lugar, tuve la dicha de cantar unas canciones de Venezuela en esa reunión…Alguien me susurró al oído, y al mismo tiempo su mano cómplice señaló hacia el rincón, para que volteara pronto a conocer a quien siempre había admirado…Allí estaba el cantor de milongas, el símbolo de la resistencia trashumante del pueblo oriental…el comunista que admiraba desde que puse mi empeño en la solidaridad con Argentina, Uruguay y Chile, en tiempos de diásporas y tortura…

Cuando me dispuse a conocerle, a acercarme…Ya no estaba…Solo me quedó en la retina la figura también oscura, dentro de un sobretodo de la misma oscuridad, envuelto en ese persistente humo de cigarrillo que despedía sin piedad…
Al día siguiente…su llamada a la Sección Consular…

- Quisiera invitarla a mi casa para proponerle cantar la segunda voz de la versión La Gota de Rocío de Silvio Rodríguez que estoy preparando…

No sabía qué decir…o sí sabía; incertidumbre, desconcierto, asombro…

Al día siguiente me acerqué con mi hijo Pablo a su departamento.
Golpeé…Un rato después abrió la puerta…Apareció desde la penumbra, envuelto en una bata de baño…Los ojos a punto de humedad, las manos con tono de cigarro…y ese perfil que canta aún en silencio… Me mostró el camino que me llevó hasta el mueble donde me instalé junto a mi hijo. Recuerdo su mano sobre el cabello de Pablo mientras nos convidaba a sentarnos alrededor de una mesa servida de té…

Poco a poco pude visualizar los detalles de la sala…La retina fue divisando los objetos, espacios sin color… un “rack” atrapado en la pared con “riles” de cintas congeladas en un sonido…un escritorio que no recuerdo con exactitud que saltó a mi encuentro, voraz y deprimido, apuntando a la nada con su boca de revolver…



El susto no me cegó…La admiración y la cercanía me conquistaron las esperas…Alcanzaba a ver al mítico poeta, con su tristeza en los hombros que caminaba hacia las cortinas que se despabilaban con el arrebato de su mano para que las conquistara el sol…Moscas revoloteando entre los incipientes rayos de luz, saltaron y me recordaron a Machado y “a todas las cosas”; quizás desde cuándo las siluetas de la habitación se sumergían en las tinieblas…

Sonaba el teléfono, el timbre se suspendía en su ánimo; batía las manos esperando que se despejara de la atmósfera…

Nos sentamos…Me hizo escuchar la canción Gota de Rocío en su voz… Y mi garganta fue imaginando armonías en esa magia…y sentí que se abría un sendero para mi canto y mi voz…Escuché su lapidaria sentencia sobre mi ausencia cantora…y me repitió lo que otro grande de Uruguay, Atahualpa del Chopo, había escrito una vez: el talento dejó de ser un privilegio para convertirse en una responsabilidad…

Nos citamos para empezar la labor… Pero antes de partir, me regaló “al paisito oriental” de su fe resquebrajada de salud y tristeza, pero nunca desaparecida…Me tomó la mano e incrustó en ella el cuarzo-tesoro que hoy está en la biblioteca de mi padre, un cuarzo natural, réplica del mapa oriental…
El teléfono volvía al ataque…. Su “rin” continuaba invadiendo el recinto pero él no estaba dispuesto a responder…
Lo vi nuevamente, lo retraté, lo reconocí en su figura de estampa gardeliana que cantó milongas como ninguno… y como ninguna….Pensé en la humanidad del cantor sometida a heridas del destierro, pensé en su diáspora interior; en el dolor de su gente convertido en grietas de su piel, en la tortura, en la barbarie; pensé en orquestar con mi aliento cantor, el adagio a su dignidad…Pensé en la Venezuela de Alí Primera, que le interpretó su canto oriental y amigo; pensé en mi hijo, y en la familia de mi hijo; y en los hijos de Artigas, de Benedetti, de Galeano, de Viglietti, de Juana de Ibarburu; pensé en el hacha que había hecho partículas, átomos de dolor a la gran familia del país del sur… Pensé agolpadamente en la batalla aún sin librar…por la “poesía de ser” que sigue cantando en la historia de Alfredo…
Mientras todo esto pasaba por mi ánimo, mi razón y mi piel, Zitarroza se iba despidiendo...El timbre del teléfono seguía insistiendo en ser tomado en cuenta…y harto de tanta impertinencia (que no nos dejaba sentir ni pensar en un buen “hasta luego”, con mañana incluido)…le pidió a Pablo que respondiera. Contento por la tarea asignada, el chamo contestó tal y como Zitarrosa le había pedido: “decile que no rompan las pelotas”…
Me fui tarareando la Gota de Rocío, que jamás grabamos…mientras en el alma cantaba este testimonio de su poesía:

Hoy que el tiempo ya pasó,
hoy que ya pasó la vida,
hoy que me río si pienso,
hoy que olvidé aquellos días,
no sé por qué me despierto
algunas noches vacías
oyendo una voz que canta
y que, tal vez, es la mía.

Murió dos semanas después, un 17 de enero de 1989…

Alfredo Zitarrosa


Alfredo Zitarrosa, nació en Montevideo, Uruguay, el 10 de marzo de 1936.
Su vida en una zona rural del país hasta su adolescencia, influye notoriamente en lo que será su repertorio, esencialmente de raíz campesina.
Se inicia como cantor profesional en el Perú, en 1963, cuando a instancias de un amigo suyo se presenta en un programa televisivo de la ciudad de Lima. Durante su viaje de regreso al Uruguay, canta en un programa radial de la ciudad de La Paz, Bolivia.
Hasta entonces se había desempeñado como periodista y locutor radial, trabajando en varias emisoras de Montevideo.
Su primer disco publicado, “Canta Zitarrosa”, abrió el camino de la difusión de la música nacional de este género en su tierra, compitiendo en ventas con el fenómeno popular de la época: los “Beatles”.
Desde 1965 hasta 1988 grabó aproximadamente cuarenta discos larga duración, en diferentes países, fundamentalmente en Uruguay y Argentina.
Debido a su militancia política su canción es prohibida en Uruguay a partir de las elecciones de 1971 (prohibición que se consolida con el establecimiento de la dictadura cívico-militar el 27 de junio de 1973).
El 31 de marzo de 1984, es recibido por una multitud que lo aclama y lo acompaña, desde el aeropuerto, por todo Montevideo, en una circunstancia que es defida por él mismo como “la experiencia más importante de su vida”, lleno de una emoción profunda de alegría por el rencuentro con su tierra, con los amigos, sus “hermanos”, y la profunda alegría por el regreso a su amado país.
Su temprano y sorpresivo fallecimiento, en Montevideo, el 17 de enero de 1989, repercutió tan hondamente en el pueblo, en toda la comunidad hispano y latinoamericana, y en otros tantos países, al extremo tal que “el mundo entero fue una limpia e inmensa lágrima”.
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miércoles, enero 17, 2007

A tu Vera...


Los sonidos palidecen... callan de amor y asombro...
cuando su voz acaricia las instancias de la vida...

El canto calla enamorado de su timbre...
y caminamos a su Vera...

Retoña con la fuerza de un guayacán sombreador...
cuando creemos que el sol nos seca...
Camina en tendida trashumancia...con su canto en flor,
segura de amanecer...
Trabaja con la ternura de una madre, que no claudica ante nada ni ante nadie...
Despierta mientras los demás duermen, vigilante de la memoria que cabalga en su sangre, brotada de susurros, vendavales y cantorías...
Garganta enamorada de los llanos
Timbre que "emparaulata" los cantares...
Amor de fuerza definitiva
Resguardo de todos los himnos de la patria...

Lilia Vera, a tu Vera me inclino...
Me aseguro de bañarme en tus ríos, en tus lagos, en tus cielos, en la geografía que habita en el prodigio de tu garganta...para seguir cantando...

Fotografía: Yolanda Delgado

Mi Viaje por Alí


He venido del lugar de las estrellas, donde la vida se empeña en renacer de la sequía; del lugar que abraza con "las manos madres de todas las tinajas", y acuna con los cantos de las abuelas ausentes que laten en la memoria...

He venido de allí, donde me reúno de cuando en vez, con los ancestros que habitan bajo los antiguos dividivis, o a la sombra del recién llegado árbol sagrado de nim, que encuentra todos los nutrientes del amor para crecer en la polvareda, y cobijar...Allí me encontré con lo intangible...

He ido y venido de allí, de la luna en la tierra, de Paraguaná con sus claveles rojos en honor al padre cantor de los semerucos y las trinitarias; de allí donde cada recodo del camino es la Casa de los Vientos, y donde los dátiles del cardón visten de colorados y fucsias los paseos y los encuentros siempre puntuales y necesarios, como el aire...como el agua salobre que antillana, besa nuestras orillas, tan lejanas y tan cercanas...

He vuelto de allí, donde se empeñan los buenos ("al final vencedores") en seguir bregando...Donde no se cierran las puertas, por más que las obliguen; y los muros nunca son vencidos por la resolana...De la tierra de ALí Primera...he vuelto, con las convicciones intactas, como su sonrisa y canto; con las historias quebradas de sol, brotadas de bruscas y hierbas secas, de palabras y hermandades que trascienden cercos y van en busca de las mariposas...

He venido de allí, vuelvo de allí, canto y bebo de Alí...

A Gloria Martín

Su silencio es contundente
Se cuela por las atmósferas
que se empeñan en el engaño cantor...

Su silencio no se calla
Respira profundo al borde de la palabra
para hacerse elemento
aire y tierra
agua y fuego
conciencia y dignidad
en resguardo del patio
donde la flor del canto
se fortalece

Su silencio canta...

Late siempre presente
mientras escucha
el murmullo avasallante
de la espera esperante del pueblo
que descubre
su propio canto

Voz cantora
que sabe callar
que se fortalece
desde el silencio
lleno de asteriscos de luz
mientras se disipan
las sombras del canto...

Su silencio la guarda
la alimenta, la llena de reflexiones urgentes...

Su silencio es todo oído sabio
Su silencio añeja, madura, curte a la palabra
que finalmente saldrá "hecha millones"
con toda la verdad
que la hace canto
a la hora en punto
a la precisa hora del alba...